Posted by
Xenia García on May 2, 2019 in
Relatos |
4 comments
No he terminado.
Me cuesta abrir los ojos, es verdad, pero sé que aún estoy lejos del final, aunque en este instante no pueda moverme. Hace un poco de fresco y sí, quizás me excedí con las copas ayer por la noche. No tendría que haber mezclado ni haber aceptado la invitación. Quizás por eso estoy ahora sobre la mesa del despacho de Lorenzo y sin mi traje de chaqueta, sin nada en realidad. Porque me excedí. Me pasa desde jovencita.