Aniversarios

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Yo siempre fui de recordar las fechas. O de revivirlas. Con el paso de los años, los que tenemos la suerte de acumular muchos buenos momentos  imposibilita que nos acordemos de todos. Aquel primer beso. La primera vez que escuchaste un te quiero sincero. O que lo dijiste. El primer instante en el te viste reflejada en los ojos de tu hijo. El primer abrazo de tu padre. El primer suspenso. Los primeros tacones. El primer viaje. El primer desengaño.

Soy de las que piensan que cuando los buenos proyectos cumplen años, debemos celebrarlo. Hay quien incluso festeja los malos, quizás para no repetir los mismos errores pasados. O para recordar lo aprendido.

Desde este rinconcito me gustaría daros las GRACIAS a todos los que me habéis animado, leído, criticado, apoyado, sugerido, inspirado, corregido en este primer año.

Por haber compartido las vivencias de ese primer día de clase de vuestros hijos. Los riquísimos platos de nuestras abuelas. La falsa felicidad de las apariencias. Las eternas esperas de la vida. Esa pequeña lucha contra la obsolescencia programada. Los compañeros de distancia. Las segundas oportunidades del corazón. Las indigencias que no solo visten de harapos.

Gracias a este blog se ha despertado en mí una nueva forma de observar esos detalles cotidianos que a menudo desdeñamos porque no parecen ser grandes acontecimientos. Pero favorecen, y mucho, que nos pongamos el mundo por montera.

Gracias también a Ellas tienen treintaytantos por el segundo aliento que recibe este blog en su primer añito (prometo hacer los deberes en breve).

Premio Best Blog

Y por último, disculparme por la cadencia de mis últimos posts. Pero este verano, la vida me tiene muy ocupada 😉

@XeniaGD

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