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Xenia García on Abr 13, 2013 in
Reflexiones |
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Hay prohibiciones que colgamos en cuellos ajenos para no tener que cumplirlas. Garante ridículo de una educación que consiste en poner por escrito el sentido común, para que deje de parecerlo.
Luego, para que no se olvide, las imprimimos en leyes contra el escrache, las preferentes, las expropiaciones y desahucios; en código éticos contra la corrupción.
– Mamá, si escupir...