Todos tenemos un pasado

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Mi padre me manda esta foto y yo pienso que todos tenemos un pasado.

Yo, además del pasado, tuve un pelo pantojero, de los que llegaban por la cintura y que nunca quería cortar. No me bastó. Luego, creo que en sexto de EGB, mientras mis compañeras cantaban y se contoneaban al ritmo de Bananarama (I’m your Venus, I’m your fire at your desire), yo hice un playback de la Pantoja. Lo juro. Hice de la Pantoja en el escenario de un colegio de monjas. No te aferres fue la canción y aún la recuerdo de memoria. Así de cruel es a veces la infancia cuando vuelve.

Todos tenemos un pasado y yo una vez hice de la Pantoja.

Luego me cansé del pelo pantojero y convencí a mi madre para que me permitiera hacerme el moldeador. Mi pelo no era del todo mío y había que pedir permiso. No quería sentirme lacia. Quería estar rizada y ser capaz de mover mis caderas al ritmo de Banarama. Quería ser fuego. Sería allá por 1990 y en España más de la mitad de la población era adicta a las telenovelas. Con sus melodramas, sus labios rojos brillantes, con parejas de enamorados luchando contra villanos despechados y enfermedades mortales.

Me hicieron el moldeador. Qué linda, me dijo la peluquera. Te pareces a Topacio, la cieguita. Qué linda. Eso dijo cuando vio que sólo las puntas sucumbieron, en lugar de toda la melena.

Todos tenemos un pasado y yo una vez tuve el pelo de ‘Topacio’.

Poco después me deshice del pelo. Esta foto es de aquellos días. Y entonces llegó Bon Jovi, Los Héroes del Silencio, Europe. Esta es la foto que me hace recordar que todos tenemos un pasado y que a veces se puede abandonar en el suelo de cualquier peluquería.

Empiezo a contarlo ahora, no vaya a ser que cuando en noviembre salga mi libro alguien levante el índice y enseñe una foto que me avergüence, una Pantoja o una Topacio cualquiera, un No te aferres, unos rizos al agua, un I’m your Venus. Una sincronía de labios. Un pasado. El trigo que cae.

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2 comentarios

  1. ¿Qué? ¡¡Sale tu libro!! Querida amiga, por favor avísame cuando lo presentes y… quién lee tu magia no se va a fijar en una foto tuya antigua, pero de todas formas, estás preciosa ahora y estabas preciosa antes. Un beso muy fuerte y enhorabuena de corazón por ese libro que ansío tener en mis manos 😀

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