Kudryavka

Kudryavka ganó el XXIII Premio Unicaja de Novela ‘Fernando Quiñones’ y fue finalista de la XLII edición del Premio Literario Felipe Trigo (2023)y del XXX Premio Andalucía de la Crítica

Esta novela cuenta la historia en primera persona de Pepa, una mujer a quien un día sorprende la noticia de que su exmarido ha muerto de un infarto, al mismo tiempo en que se producía un incendio.
Kudryavka es una niña de doce años en el cuerpo de una mujer de cuarenta. Ambas narran la historia
en presente, el tiempo de las heridas abiertas y sangrantes.

Es la historia de un amor tembloroso, de un duelo corrupto y patológico, pero también es la historia
del Hombre, del Hijo y de la Niña.

¿Estamos preparados para descubrir los secretos que guardan los muertos?

Sobre Kudryavka han dicho

Una obra deslumbrante que demuestra que desde la literatura se pueden tratar todos los temas […]. Sincera y apasionada, muy bien estructurada y que revela una voz personalísima y de gran talento literario.

(DEL ACTA DEL JURADO DEL PREMIO
UNICAJA FERNANDO QUIÑONES)

Deslumbrante, con fogonazos de escritura intensa, inteligente, con una excelente estructura narrativa. Al leerla se nota que su autora ama la literatura y que la literatura le ama a ella.

Juana Salabert

La novela tiene la fuerza de la honestidad de las personas que no se quieren callar ante estas lacras. Su escritura es rugosa como la arena, veraz y escrita con el corazón. Algunos capítulos son casi como pequeñas narraciones, relatos que surgen de la vida misma.

Javier Velasco (Todo Literatura)

Kudryavka es una novela controvertida, mucho, muy elaborada, quisquillosa, hasta el punto de que en un mundo con censura (y hay muchas censuras) esta historia, aunque hubiese sido escrita, jamás se habría publicado y mucho menos haber recibido un premio literario, y, sin embargo, aquí está, editada por su valor literario, por su coherencia, por su denuncia, por su valentía, por la forma de narrar que Xenia García ha sabido imprimir al texto. No obstante, absténganse de leer la misma los pávidos, los faltos de espíritu, los espantadizos, los meapilas incluso. Los demás han de saber que, cuando acaben la misma, no olvidarán en mucho tiempo esa crudeza en el decir, en el contar, que la narradora blande como una espada flamígera que lo incendia todo, que pone en duda todas las componendas y todas las convenciones, además de un buen número de certezas e infinidad de apariencias al uso que incluyen no sólo los comportamientos individuales sino también los sociales, los políticos, los académicos, los religiosos, los éticos, los filosóficos.

Paco Huelva (Todo Literatura)

Lo que le da vuelo a lo que la autora de esta novela quiere contar es precisamente su modo de contarlo, lo que la hace estremecedora no son los hechos que se nos van descascarillando conforme avanza la narración, sino el modo de exponerlos: con audaz economía que parece
renunciar al drama y consigue inyectarle poesía a los capítulos breves, impactantes, aterrados a menudo, bellos a menudo… Me he sumergido en las aguas profundas que ofrece Kudryavka, acompañando a la voz tersa pero severa con
que se nos asoma al infierno, al vacío, a las preguntas que aquí se van desplegando. También al amor, desde luego, porque la novela cuenta con mano firme una historia de amor tembloroso. También a los fantasmas del deseo y a la extrañeza de no saber con quién se ha vivido. En suma, una novela potente y desgarrada que no necesita presentación alguna.

Juan Bonilla

Este es un libro crudo, valiente, de una fuerza y una calidad literaria incuestionables. Un libro que habla sobre monstruos invisibles, monstruos que llevan corbata y van a misa los domingos, monstruos que quizás duermen en nuestra cama o viven en el piso de al lado sin que podamos siquiera llegar a sospecharlo. Un libro en el que, pese a toda su crudeza, lo monstruoso y lo bello se mezclan en extraña armonía gracias a la desgarradora prosa poética de la autora.

Mayte Blasco

Inquietante, abrumadora, deslumbrante en ocasiones, lo mejor de este relato psicológico, con algo de thriller, es su estilo afilado, demoledor («Somos palabras. Somos mentiras» (p. 20); «Tú eres, sobre todo, tus huecos» (p.97), «El placer es una perla blanca, legal, inocente. Mentirosa» (p. 169), que talla a fuego a los personajes y traza con pericial una novela sobrecogedora sobre la pederastia que no hace prisioneros.

Elena Costa (El Cultural de El Mundo)

Hay, finalmente, en esta novela algo que la convierte en obra alucinante y fastuosa: su honradez, su integridad y rectitud a la hora de abordar los temas polémicos que atesora entre sus páginas. Porque en ella se habla de pederastia, del suicidio, de la Iglesia como institución que calla tantos casos reconocidos o de la sociedad enferma en la que sobrevivimos. Y los trata con callosidad sin que la dureza sea lo palpable, porque el estilo narrativo de Xenia García se basa en la sutileza, en la astucia lírica (qué modo de construir la sintaxis: siempre un aliento poético detrás, una imagen subyacente y subterránea debajo de las palabras) o en la destreza estructural. Y todo enmarcado por una voz narrativa tan personal como penetrante y repleta de talento.

Salva Robles

Xenia García sorprende, golpea, denuncia, dispara su munición de palabras certeras y apabullantes. Su novela es un grito, algo que contar irremediablemente a los cuatro vientos, casi un deber ineludible e inexorable.
Leemos a Xenia con el corazón encogido, saboreamos su estilo crudo, su palabra precisa; nos dejamos llevar arrastrados por estos párrafos rotundos y desgarrados.

Marín Blázquez

Este es un libro que debería figurar en las amadas y odiadas listas de «lo mejor del año de este 2023». Porque tiene fuerza, fondo, forma, estilo, ritmo…

Koldo CF (Un libro al día)

Kudryavka en los medios