Volver

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En el silencio de la noche siento sus manos tibias sobre mis pómulos agotados, y aunque su padre detesta despertarse y descubrirlo entre las sábanas, lo he dejado hacer. Sólo es una pequeña concesión, me digo. Guillermo me aprieta la cara y respira sus dudas a escasos centímetros de mi boca. «Mamá, quiero volver ahí dentro». Le ocurre desde aquella tarde en la que descubrió de dónde vienen los niños. Le llueven desde entonces los recuerdos de una cuna cálida y suspendida, comenzando a detestar las horas de guardería o las prisas en el coche. Me sonríe con una mueca de fingido agradecimiento, al tiempo que me entreabre la boca. «Guillermo», le susurro. «¿Qué haces, Guillermo?», «Mamá, quiero volver a tu barriga».

Y me abre la boca deslizándose dentro.

Cuando despierto tengo un regusto ácido y una sensación de pesadez en el estómago. Mi tripa ha recuperado sus redondeces y siento pánico. Pero mi marido me lleva al doctor para que me tranquilice, extendiéndome un puñado de píldoras azules. La primera de ellas me provoca náuseas. Y aunque me tapo la boca y aprieto los dientes, aquella marea verdosa me excede, mientras siento a Guillermo buceando en su propio epitafio.
Xenia García

(Relato presentado en la quinta propuesta de Esta noche te cuento, con motivo del Día de los Difuntos. El reto en esta ocasión ha sido escribir 200 palabras e introducir en el relato un epitafio).

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2 comentarios

  1. Hermosa forma de reflejar sentimientos sin límites. Me ha encantado ese «Volver». Tú ya sabes que me gusta mucho como escribes, pero tenía que decirtelo. Una maravilla.

    • Muchas gracias, Margarita. Este finde tengo yo pendiente algunas lecturas de tu blog 😉 ¡Qué gusto poder compartir estas cosas!

      Besitos!

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