La vida en familia puede resultar agotadora. Tanto, que Valentina reacciona a la firmeza de su madre con mentiras, y a la pasividad de su padre en paro haciéndolo cómplice de otra realidad que le resulta menos opresora. Con la pregunta “¿Qué es una puta, mamá?”, ostensible provocación de una niña de cinco años, se desata la ira de la madre que convierte al padre en carcelero de la otra realidad.