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Xenia García on Ago 18, 2022 in
Reflexiones |
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A veces nuestra piel se encuentra más cómoda contando miserias que alegrías. Me rebanan un cuarto del pecho, la orfandad de lo que más quiero, o el desamor, o sufro una depresión y lo escribo, me exorcizo, lo saco fuera y lo cuento sin culpas.
Fotografía: Antonio J. Becerra
Me ocurre algo bueno y entonces no, entonces lo maduro, la fruta se agrieta y se corrompe, lo medito...