Tendría que ser la tierra de una más sencilla, menos grave, pero siempre es donde más tiemblan los nervios y las inseguridades, quizás porque nuestro ímpetu se acuerda de la infancia, de la niña que fuimos. Hay pocas patrias como aquella donde nos echamos las rodillas abajo, y aquí es donde presento «Kudryavka» el próximo 12 de mayo. Con dos padrinos enormes: Sara Mesa y Juan Bonilla. Y al bautizo, por supuesto, estáis todos invitados.
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