No soy nada fotogénica. Cuando huelo un objetivo se me arruga el entrecejo sin remedio.[…]
«En realidad, todos empezamos escribiendo anécdotas personales. Es como una necesidad de mudar esa primera[…]
Quizás nos quede tiempo para pasear de la mano bajo tormentas primaverales. Y podamos correr[…]
Quien afirme que sólo escribe para sí mismo se engaña dos veces. La primera, al[…]
Cuando Graciela pretendía despertar, hacía horas que el otro lado de la cama había olvidado[…]